La semana pasada la Red ERBOL
entrevistó al Viceministro Félix Cárdenas acerca del conflicto del TIPNIS y los
cuestionamientos a la ley INRA. La entrevista fue reproducida por medios
escritos; sin embargo, el texto aparece recortado, retocado y con varias notas
del “traductor”, que no hacen justicia a la brillante intervención de la
autoridad. Leámosla como realmente la dijo:
Yo creo que la negociación
está mal planteada, o sea, ministros k'aras no pueden pues negociar con indios.
Deberían estar viceministros indios, para negociar de indio a indio. Entonces
el 50% de la negociación está chau. El tema en cuestión no se llama INRA, se
llama para mí cómo entiendes el país, no se trata de entender a tu territorio,
se trata de entender la globalidad. Entonces ahí también el CIDOB entiende mal.
En el fondo se trata de metodología. No hay una metodología de discusión sobre
el tema de consulta previa libre e informada. Ni el gobierno tiene esa
metodología, ni los pueblos indígenas tienen la metodología. Los pueblos
indígenas están hablando sobre chantaje y el gobierno hablando sobre otros
temas. Yo no le veo por ningún lado que sea beneficioso.
La ley INRA por sí misma no
sirve. La ley INRA privilegia cosas que no debería hacelo, privilegia a TCO's
por ejemplo; o sea, todo es colonial. Nosotros estamos hablando de una
distribución equitativa de las tierras. Ahí pierden los pueblos indígenas de
Tierras Bajas, porque inevitablemente
los aymaras y los quechuas necesitamos ir a Tierras Bajas. Entonces cómo las
TCO's pueden garantizar una distribución equitativa de las tierras, ¡no existe!
Entonces las TCO's son anacrónicas, la ley INRA es anacrónica. Hay que tener
una mirada más global sobre todo, desde la perspectiva de la Pachamama y eso es
difícil hacer entender a todos.
[…] Entonces de lo que se
trata es de hablar entre diferentes. Hay una lógica económica de los aymaras,
que es hacer economía, hay una lógica de los pueblos indígenas de Tierras Bajas
que es sobrevivir. No sé si es con plata de un lado o del otro lado, pero no
les interesa producir; pero eso es su lógica, es su forma de ser. Entonces si
eso respetamos [...] se trata de
entenderlos, no se trata de incorporarlos a la lógica económica. Se trata de
decir: los aymaras y los quechuas tienen una lógica económica y los otros
pueblos indígenas tienen una lógica de vivir y sobrevivir. ¿Cómo combinamos
ambas cosas? Es el tema de la Constitución Política del Estado. Entender eso es
lo máximo que puede hacer un gobierno que se precia de ser un gobierno de corte
plurinacional.
A pesar de las limitaciones
epistemológicas, en las que cualquier persona se desenvuelve desde su contexto
sociocultural, nuestro viceministro ha sido capaz de colocarnos en la realidad
tal y como es. Definitivamente el diálogo es un ejercicio de intercambio de
propuestas y respuestas. Lamentablemente el gobierno se ha acostumbrado a la
idea paranoide de que en frente siempre tiene a un enemigo y no a un otro igual
pero diferente. Asimismo, es un hecho que detrás de la carretera está la
presión colla por el acceso a la tierra. Entonces cuando la CIDOB se cierra en
su postura hay que echarle la culpa al CEJIS, FOBOMADE y LIDEMA de
conspiradores y desestabilizadores. Obviamente que están metidos en las
reivindicaciones de las Tierras Bajas, pero lo estuvieron desde mucho antes que
Evo sea presidente y seguramente tuvieron un rol determinante para hacer de él
nuestro primer mandatario. Finalmente es innegable que hay dos lógicas
distintas y no se trata de ecología versus desarrollo, es el reclamo por
existir como naciones, culturas y formas de vida distintas dentro de un
contexto plurinacional; que exigen del Estado reconocimiento y garantías para
continuar siendo parte de nuestra historia.
El Mundo, 12 de septiembre de 2011