Las empresas del presidente


El vicepresidente se volvió a referir una vez más al informe de la Fundación Milenio acerca de la rentabilidad de 14 nuevas empresas estatales. Este documento afirma que apenas una de ellas es rentable, que la mayoría fueron creadas sin planificación, ni estudios de mercado, y con el único propósito de darle pegas a los correligionarios del MAS. La semana pasada el Presidente Evo reconoció que al menos dos empresas todavía no generaban ganancias: Lacteosbol y Cartonbol. A lo largo de la semana la ministra de Desarrollo Productivo y el ministro de Economía han desmentido una y otra vez los datos presentados y han cuestionado su validez. Álvaro García no sólo cuestionó el informe, sino además observó la relación de la Fundación con el Sánchez de Lozada y el MNR.

El informe de 85 páginas, luego de presentar en su primera parte los procesos históricos y económicos que hicieron posible el nuevo contexto político en el país, se detiene a exponer una por una la realidad de las empresas cuestionadas. Hay datos importantes relacionados a la creación de cada una, su estructura organizativa, la inversión destinada para su funcionamiento y finalmente cómo se encuentran hasta la fecha. De todas estaspequeñasempresas nacionales la Empresa Boliviana de Almendra es la única, según el informe, que genera ganancias; pero su desempeño administrativo y su ejecución presupuestaria es tremendamente deficiente.

Si el anterior es el caso bueno ya se pueden imaginar cómo será la situación de las otras empresas. Un caso paradigmático es el referido a Papelbol. Fue creada en 2007, debía producir tres tipos de papel distinto y estaba pensada para que pudiese llegar a abastecer el 70% de la demanda nacional de papel. Papeles Bolivia fue financiada con recursos del Tesoro General de la Nación y la implementación de la Fábrica requirió 162.4 millones de bolivianos. A la hora de presentar los resultados el informe lo resume de la siguiente manera:PAPELBOL es el ejemplo más claro de lo que nuestra propia historia nos hacía temer respecto a las empresas estatales. Cuatro años ya pasaron desde su creación y, a la fecha, la fábrica todavía no produce nada. Se trata de aproximadamente Bs. 162 millones, que no se están pudiendo ejecutar y que por lo tanto no generan ningún beneficio. A la ineficiencia, debe sumarse además la corrupción. En agosto de 2010, la Contraloría General del Estado, después de llevar adelante una auditoría, encontró responsabilidad administrativa en varios funcionarios, por daños económicos.

Evo Morales afirma:Los opositores dicen, las empresas del Estado no están ganando, falso. Álvaro García dice que se trata deuna campaña mal intencionada e infame contra el patrimonio de los bolivianos. Teresa Morales sostiene:La investigación es ligera y lamentamos que no tengan economistas para hacer este tipo de investigaciones. El ministro Arce responde:hay que dejar claro que hay empresas que siguen en la etapa de incubación, están todavía en la etapa de preparación de la ingeniería, de las obras civiles y de otros temas.Papelbol está en la incubadora, no está produciendo un gramo, porque todavía no está produciendo nada.

Yo tampoco mucho de economía, pero si desde hace cuatro años los 162 millones de Papelbol siguen en la incubadora la cosa es realmente preocupante. Por otra otra parte no se puede echar la culpa de todo lo que pasa al Goni, a losdesestabilizadoresy no cuantos otros seres mitológicos que aparecen cada vez que el Gobierno se mete en apuros. Más allá de donde provenga el informe y el sesgo que pudiera tener, la llamada de atención es válida. Si el Gobierno ha apostado por la industrialización del país, haciendo al Estado el protagonista del proceso, debe asumir el desafío con responsabilidad redoblaba, garantizando la transparencia en la ejecución y la eficacia económica. De lo contrario seguiremos rebotando en los mismos laberintos de fracaso, incapacidad, ineficiencia y corrupción.

El Mundo, 28 de noviembre de 2011