El 4 de septiembre de
1957 Elizabeth Eckford salió de su casa rumbo a su nuevo colegio:
Little Rock Central High Scholl del estado de Arkansas. Luego de
completar el trayecto en bus que la trasladó desde su hogar hasta su
destino comenzó a percibir que algo no andaba bien. Apenas
descendió, se dio cuenta que cientos de ojos habían puesto la
mirada sobre ella. Entre el gentío escuchó a alguien gritar: “¡Ya
vienen, los negros están llegando!”. Ella tomó valor y caminó
con paso decidido rumbo a la puerta del colegio, pero al aproximarse
un grupo de personas se acercaron, le cerraron el paso y gritaron
entre sí: “¡no la dejan entrar!”. Esta vez Elizabeth comenzó a
sentir miedo, sin embargo lo volvió a intentar por segunda vez y la
repuesta de la gente fue la misma. La tercera vez fue la última
antes que los soldados se encargasen de custodiarla hasta la parada
del bus. En el trayecto las mismas personas que le había cerrado el
paso comenzaron a vociferar: “¡Envíen a esta negra de regreso a
la selva!” “¡Ninguna perra negra va poner un pié en nuestra
escuela!” “¡Vete a tu casa negra, vuelve al África!”
El día 9 de febrero de
2012 diez jovencitas ingresaron al histórico Colegio Nacional
Bolívar de la ciudad de Cochabamba, custodiadas por la policía. La
institución creada hace 99 años recibió por primera vez a mujeres
en sus aulas y esto generó una de las manifestaciones de
discriminación y sexismo más vergonzosas que hayamos conocido.
Aunque los protagonistas afirmen lo contrario, es esto lo que se
puede leer en la cuenta de Facebook de los alumnos de este colegio:
“Vamos chicos sigan así,
resistan q el cansancio
no les gane!!! Y
recuerden 'Si quieres ser
del Bolívar machito tienes
que ser macho muy
macho'……….” “NO ES
DISCRININACION... ES TRADICION
K´RAJO!!!” “Fuera las
chicas... lo siento pero
es colegio de hombres...
no saben a lo
q se están metiendo...
y no es discriminación,
es la mística del
colegio.” “Nuestro colegio
está decayendo por culpa
de un director afeminado
q no comunicó nada
a los padres y
aceptó por su propia
cuenta a esas 10
imillas.” “Q las condecoren
con el titulo de
las 'CAPRICHOSAS D LA
CORONILLA' ---- carajo
carajo carajo.... q mal
está la sociedad carajo.
Todos hacen lo q
kieren... y lo q
kieren estas señoritas sin
importarles nada es romper
98 años de tradición...
mierda q asco! Sinceramente
no lo puedo entender!!!”
Cuando en Estados Unidos
se declaró ilegal la segregación racial también estaban en juego
otras tradiciones. La tradición de haber usado desde el siglo XVII a
seres humanos como esclavos. La tradición de que, a pesar de la
guerra civil estadounidense y el fin de la esclavitud en 1865, seguía
habiendo personas de primera y segunda categoría. Tradiciones que
afirmaban que había una raza blanca que era superior a cualquier
otra y que so pretexto de aquello era absolutamente justificado
negarles los derechos a otros ciudadanos iguales pero diferentes.
¿Cuáles serán las
tradiciones de las que tanto se enorgullecen madres, padres y alumnos
del colegio Bolívar? Probablemente la tradición de haber convertido
una institución educativa en un cuartel, la de haber usado la
disciplina como una apología de la violencia. La arraigada costumbre
que afirma que ser mujer es sinónimo de debilidad y relajamiento. Es
muy posible que las madres, tan mujeres como las niñas que son
agredidas por desafiar a las tradiciones, se lamenten que sus hijitos
tan rapaditos y encamisados resulten menos machitos por culpa de esas
“imillas caprichosas”. ¿Quién sabe? Tal vez sólo sea el miedo
a perder los espacios para replicar un modelo de sociedad patriarcal,
ridículamente jerarquizado y construido a partir de ideologías
embrutecedoras.
Como en 1957 y al igual
que Elizabeth, estas niñas no se dan por vencidas y nos demuestran
que hay tradiciones que merecen ser derrotadas, porque empequeñecen
al ser humano: “Ya hemos entrado
al colegio y de
aquí en adelante vamos
a estudiar, no nos
amedrentarán, nosotras somos
fuertes y vamos a
seguir con esta lucha
a pesar de que
algunos de nuestros
compañeros nos tratan mal,
pero no nos vamos
a dejar vencer, por
los padres y por
los alumnos, vamos a
estar unidas hasta que
esto termine.”