Las coplas, la papalisa y la coca



Hace pocas semanas causaron revuelo las coplas del Presidente, poco después el canciller Choquehuanca habla de la papalisa y por último el magistrado Cusi sostiene que le pide a la coca orientación para dictar sentencias. Yo no sé si es demasiada casualidad o si más bien la prensa tiene una especial obsesión por rebuscar en los hechos motivos para polemizar. Más allá de los titulares burlescos y el amarillismo que hay detrás, hay que reconocer que con todo aquello alimentamos nuestra dura raigambre racista.

He visto los videos del presidente copleando. A su vez he prestado especial atención las noticias que le adjudican a él la interpretación. Hasta donde uno alcanza a ver, resulta que es un dúo cochalo el que canta, toca y lanza las coplas; mientras el presidente acompaña, repite o se ríe de la sentencia. “Bartolina Sisa tiene mucha fama” canta Evo junto a los copleros, que continúan y dicen: “por eso la llevo directo a mi cama”. Envuelto en serpentina y habitado de la magia que el carnaval provoca, el primer mandatario goza cada una de las frases que el dúo coplero entona.

Página Siete
He visto también al canciller hablando de la papalisa. En su intervención, que por cierto fue muy bien apreciada por los presentes y tomada en cuenta por Insulsa para tratarla, afirma que es importante desarrollar estrategias que garanticen la seguridad alimentaria. Pide a los Estados Americanos potenciar las capacidades productivas locales y fomentar el cultivo de productos nativos para luchar contra el hambre. La papalisa aparece en ese contexto y el canciller demuestra con ese ejemplo que aquello que los laboratorios hacen artificialmente está en nuestra producción agrícola.

Los Tiempos
Finalmente el magistrado Cusi, interrogado acerca de la importancia de la coca en la cultura boliviana, afirma que tiene gran valor en su vida cotidiana. Le ayuda a sobrellevar el cansancio y también le sirve de consejera para tomar decisiones. Prosigue mostrando al periodista cómo es la metodología de esa consulta. Sobre el tari de coca extendido muestra dos hojas, una de ellas representará una sentencia positiva para una de las partes y la otra una sentencia negativa. Sobre ellas deja caer las hojas para después leer e interpretar aquello que la coca “sabe”.

Es perfectamente demostrable que los titulares y el contenido de la información escrita y televisiva saca de contexto las afirmaciones de estos tres funcionarios públicos. Los medios de comunicación no sólo elaboran con cada una de esas noticias motivos para una absurda polémica, sino además provocan la mofa y un juicio que no puede ser otro que la lastima y el desprecio. Mucha gente en sus adentros y de boca para afuera nos repetirá cuan machistas, ignorantes, prehistóricos e incivilizados son esos “indios” que ahora están en el poder.

Si hubiésemos nacido en Cochabamba entenderíamos mejor las coplas y cómo ellas se burlan tan divinamente de la realidad. Hombres y mujeres, con machismo y feminismo incluido, aprovechan ese drama que la fiesta provoca para jugar a la guerra y al amor. Si viviésemos en el campo realmente valoraríamos todo lo que nuestra tierra produce, amaríamos las piedras con su sexo y la papalisa con sus poderes. Si fuésemos consientes de las tradiciones que nos habitan entenderíamos lo importante que es el consejo de lo profundo, aunque ese consejo viniese de las hojas de coca. Los griegos consultaban a los oráculos, los cristianos le preguntan a Dios, el científico cree en sus formulas, pero los “indios” no pueden mirar la coca sin que les lluevan todos nuestros prejuicios.