Mestizo, ¿cómo Llamas y Perros?


La palabra raza tiene su origen en la botánica y más tarde se aplicó a los animales. Raza es equivalente al concepto de subespecie, usado desde las variables genéticas. Pero también la palabra raza se usa con frecuencia en la veterinaria y la ganadería por la domesticación. Lamentablemente se usó igual para la gente y de ahí fue que devino el racismo. Para entender mejor todo esto expondremos un par de ejemplos y los aplicaremos a la realidad humana para finalmente explicar porqué no se puede usar la palabra mestizo (mezcla de la raza blanca con la india) para definirnos.

Aepycamelus
La familia camelidae incluye a las llamas y vicuñas, pero además a los dromedarios y los camellos. Los parientes prehistóricos de todos estos animales tienen su origen en Norteamérica, hace unos 30 millones de años. Desde allí unas manadas viajaron hacia el sur y se quedaron a vivir en los Andes. Mientras otros grupos partieron rumbo al norte, cruzaron el Bering y llegaron hasta el África. Tras todos esos años de evolución surgieron tres géneros y cada uno desarrolló dos subespecies distintas: Del género lama son el guanaco y la llama; del género vicugna son la alpaca y la vicuña y del género camelus son el dromedario y el camello.

Hace poco tiempo consiguieron mezclar dos subespecies o razas de camélidos dando origen a un nuevo animal. Juntaron los gametos de una llama con un dromedario y el híbrido (o mestizo) fue bautizado con el nombre de “Cama”. Lo interesante del experimento es que quizás no crearon un animal nuevo, sino nos trajeron de vuelta a uno viejo ya extinto. Puesto que son subespecies de un mismo tronco sus genes se pueden mezclar y es posible que el óvulo y el esperma se fecunden. Es decir, se ha vuelto a juntar lo que estaba separado por cientos de miles de años de evolución. Entre los seres humanos no hay más que una única especie y se llama homo sapiens, pero algún momento llegaron a convivir dos: el sapiens y el neandertal. Si todavía existieran los neandertales y tuviéramos hijos con ellos, sólo entonces tendríamos mestizos.

También usamos la palabra raza aunque no tengamos dos subespecies diferentes para cruzar, sin embargo podemos mezclar las particularidades de dos animales de una misma subespecie. Me explico. Todos los perros del mundo pertenecen a la subespecie canis lupus familiaris. Entonces, si pertenecen a una misma subespecie ¿por qué hay tantos perros diferentes? Es ahí donde entra la domesticación. Aquellos que nos servían para el pastoreo o la caza los privilegiamos sobre otros con otras características. Como los separamos y los fuimos cruzando entre ellos, logramos tener un grupo de perros homogéneo, pero distintos respecto a los demás (sea por el tipo y color de pelo, el tamaño de las patas o el grosor del hocico). De ahí que tenemos todas las razas de perros y cuando las mezclamos nos da un “mestizo”.

Podríamos pensar que éste es el caso de los seres humanos. Todos pertenecemos a una misma especie y entre nosotros no creamos nuevas subespecies, sino combinamos nuestras características externas, manteniendo o delineando las particulares de nuestras razas. Llegados a este punto nos habremos dado cuenta que ni usted ni yo somos ni llamas ni perros; o sea, no somos fruto ni de la manipulación genética ni de la domesticación. Por tanto ni usted ni yo podemos llamarnos “mestizos”, porque el amor detrás de nuestros sexos no genera híbridos, sino hijos que son parte de una misma humanidad.