¿Cómo recordaremos a Pinto? Es
probable que dentro de breve lo olvidemos para siempre. La vida en
general no dura mucho, a lo sumo uno puede llegar a vivir unos 123
años y volverse “patrimonio viviente” como Don Carmelo Flores.
Todo lo demás, eso que ocurre entre el primer respiro y el último
aliento, es lo cuenta a la hora de la memoria. En lo que demore en
morir esta generación y crecer la siguiente su nombre desaparecerá
en la nada, al igual que su presencia en medio de nosotros. La vida
política de nuestro país está repleta de las mismas escenas.
¿Acaso es sorpresa lo que ha sucedido? La verdad es que muchos
estaban esperando que pase, para cobrar sus apuestas. El ciudadano en
cuestión sencillamente viene a engrosar una vergonzante lista de
fugitivos. Una lista que tiene un ranking de protagonistas y
celebridades, entre los cuales él no es precisamente el más
importante.
Ahora
bien, todo tiene un porque y las cosas no son “así nomás”.
Nuestro insigne y revolucionario gobierno del Proceso de Cambio, se
ha ganado y por varias razones nuestra desconfianza. La falta de independencia de la justicia y su sometimiento a los intereses
políticos de la clase gobernante no es una cosa que se haya
inventado el MAS. Siempre ha funcionado de la misma manera y eso es
lo que más rabia da, porque nos dijeron que que este país iba a ser
diferente y no nos han cumplido. Lo de los extorsionadores es apenas
la punta del iceberg.
Las mismas ratas de toda la vida siguen ocupando los cargos públicos
y han estado ahí todo el tiempo. Nunca se han ido y han encontrado
en esta coyuntura una oportunidad inmejorable de sacar adelante sus
business.
Es muy sencillo ser servil y responder al sistema. Justamente porque
la vida es corta, algunos prefieren invertila en sacar plata de donde
sea y como sea con tal de no morir como pobres diablos.
El punto es que nos convencieron
de que iban a desmotar el Estado-Nación republicano para fundar un
nuevo país, donde lo plurinacional debía ser mucho más que un
eslogan. A cambio vemos replicadas las mismas prácticas de
intervención y vasallaje a cambio de un motor fuera de borda. Se
supone que íbamos desterrar las mañas y farsanterías de una clase
política convencida que ejercicio del poder es un derecho adquirido
y no una responsabilidad social. Nos habían jurado y perjurado
descolonizar el pensamiento y la praxis nacional, cuando lo único
que vemos es una nueva clase burguesa convencida que ya no es
indígena y cuyo anhelo es “desarrollar” el país y darles
mejores oportunidades a los salvajes.
¿Y qué tiene que ver esto con el fugado? Todo y Nada. Todo, porque el susodicho fulano se auto-proclama perseguido político para no responder por los delitos que se le acusa. Entonces, dado que hay sobradas pruebas que la justicia está tomada, no es extraño que el gobierno vecino le crea y para colmo sea considerado héroe no por pocos. Y Nada, porque el “escapadito” es la prueba material del triste estado de nuestra vida política. Heredera de su memoria, la oposición no es más que un fantoche de un pasado corrupto y protagonista de un presente absurdo, incapaz y sin argumentos. Entre tanto, los de la orilla del frente se ocupan de rearmar el Estado-Nación a la medida de sus intereses, contándonos mentiras. Es en estos casos en que uno echa de menos a gente como Zárate Willka, a Belzu o a Quiroga Santa Cruz. Es problema es que no está de moda cercar La Paz, empoderar a los diferentes o ser libre-pensante.
¿Y qué tiene que ver esto con el fugado? Todo y Nada. Todo, porque el susodicho fulano se auto-proclama perseguido político para no responder por los delitos que se le acusa. Entonces, dado que hay sobradas pruebas que la justicia está tomada, no es extraño que el gobierno vecino le crea y para colmo sea considerado héroe no por pocos. Y Nada, porque el “escapadito” es la prueba material del triste estado de nuestra vida política. Heredera de su memoria, la oposición no es más que un fantoche de un pasado corrupto y protagonista de un presente absurdo, incapaz y sin argumentos. Entre tanto, los de la orilla del frente se ocupan de rearmar el Estado-Nación a la medida de sus intereses, contándonos mentiras. Es en estos casos en que uno echa de menos a gente como Zárate Willka, a Belzu o a Quiroga Santa Cruz. Es problema es que no está de moda cercar La Paz, empoderar a los diferentes o ser libre-pensante.