De-mo-cra-cia... Todos nos llenamos la boca con un vocablo griego y nadie tiene la más
peregrina idea de lo que significa. Entonces los teóricos se
amanecen noches enteras para darle a esa palabra conceptos propios,
que estructuren argumentos y nos permitan sostener una ideología.
Sí, tal como se lee, la democracia no es más que el comedido juego
de unas ideologías sobre unos conceptos. Por ejemplo, ¿qué es la
libertad? Lo que podemos decir de la libertad es infinitamente
ambiguo y maleable. Decimos: “todos los seres humanos nacen libres”
y convertimos una cándida sentencia en un derecho. La libertad no
existe sino como ideal y es a partir de ese ideal que intentamos
construir un modelo “legítimo” a la ideología que predicamos.
Por eso hay personas que son más libres que otras, gente que nace
más libre que otra, humanos que muere más libres que otros.
Pasa exactamente lo mismo con la
democracia. Idealmente es un sistema o régimen de gobierno que se
sostiene a partir de un acuerdo para repartir el poder. Abandonamos
la idea cavernaria de ser gobernados por un macho alfa, forma de
gobierno que hoy refinadamente se llama monarquía. Este modelo
deviene de la imposición del poder de uno sobre los demás.
Imposición que puede darse por la fuerza bruta o mediante la
violencia económica. En democracia el pueblo es el soberano y sus
decisiones se expresan en elecciones libres, donde los ciudadanos
pueden escoger a los representantes de un cuerpo colegiado que tome
las riendas del Estado.
Los griegos inventaron la
democracia y si la viéramos desde nuestra perspectiva sin duda no
nos parecería una “democracia genuina” (concepto que usan los
gringos cuando algún país no ejercita “su modelo” de democracia
y de economía). Para ser reconocido como parte del Estado había que
ser “ciudadano”, un privilegio que tenían muy pocos. De hecho,
sólo los varones griegos libres merecían ese título. Esta suerte
de casta no sólo detentaba derechos políticos, también gozaba del
privilegio de la educación y el aprendizaje. Tenían derecho a la
propiedad, la que incluía el derecho a poseer esclavos. Inclusive
gozaban de ciertos beneficios religiosos a la hora de los
sacrificios. Sin embargo, también tenían obligaciones, una de las
más importantes era la prestar el servicio militar, algo que para
los griegos era un verdadero privilegio. Además tenían obligaciones
fiscales en función a su nivel económico.
La controversia por los
periodistas que recientemente han renunciado o los renunciaron, por
presiones del gobierno o por sus propias incompetencias, así como
las polémicas declaraciones que amenazaban a las ONG's con su
expulsión, si se demostraba que estas se habían convertido en
operadores políticos; es una discusión en función a las ideologías
sobre las que está montada nuestra idea de democracia. ¿Cuáles son
los limites del periodismo en una sociedad democrática? ¿Es
aceptable que gente y organizaciones extranjeras financien cualquier
tipo de trabajo dentro de las fronteras de nuestro Estado? ¿Es
democrático el poder de los Medios sobre una sociedad que no tiene
voz ni voto sobre sus contenidos? ¿El Estado como estructura debe
ser nuestro regente o es mejor entregarnos a las "delicias" del
mercado?